El covid triplica la morosidad en el alquiler y sólo un 1,3% de los inquilinos piden los créditos ICO, según ASVAL
La crisis del covid-19 ha impactado con fuerza en el mercado del alquiler. Durante los meses del confinamiento, la morosidad del alquiler se ha triplicado del 5% al 15% y ASVAL (la asociación de propietarios de viviendas en alquiler) prevé que los impagos sigan incrementándose en los próximos meses si no se toman medidas para hacer frente a este problema. Además, calcula que apenas un 1,3% de los inquilinos han solicitado los créditos ICO.
Desde ASVAL señalan que las ayudas propuestas hasta el momento por las diferentes administraciones públicas no están siendo efectivas para paliar las dificultades de los inquilinos más vulnerables en el pago del alquiler, lo que está perjudicando también a millones de propietarios particulares.
En concreto, la asociación señala que apenas un 1,3% de los inquilinos de viviendas pertenecientes a asociados de ASVAL ha mostrado interés en solicitar los créditos ICO con garantía pública como medida para hacer frente a la imposibilidad de pago de las rentas de sus alquileres, según el análisis de la asociación realizado entre los inquilinos de más de 30.000 viviendas. Esta cifra, que se traducirá en un número de beneficiarios aún menor, confirma la escasa utilidad que está teniendo esta medida entre las familias con mayores dificultades económicas ante la imposibilidad de estos inquilinos para asumir una nueva deuda a la que no pueden hacer frente.
Por otro lado, el Gobierno puso en marcha ayudas directas para el pago del alquiler de las Comunidades Autónomas, pero la dotación presupuestaria es insuficiente debido a la elevada demanda por parte de los inquilinos. Por ejemplo, en el caso de Cataluña la partida para estas ayudas ya se ha agotado, mientras que en la Comunidad de Madrid, la demanda triplica a la oferta de los solicitantes.
Ayudas al alquiler por el covid-19 en España: cómo solicitarlas en las CCAA y el ICO
Beatriz Toribio, directora general de ASVAL, explica que “los créditos ICO no están funcionando porque los inquilinos en dificultades económicas no quieren endeudarse para el pago del alquiler y acuden directamente al impago, una situación perjudicial tanto para el propietario como para el inquilino porque genera una situación de incertidumbre jurídica. Además, las ayudas directas de las CCAA, que cuentan con una alta demanda, no están siendo efectivas porque están infradotadas presupuestariamente”.
Por eso, ASVAL reclama un paquete de medidas de apoyo directo para los inquilinos en situación de vulnerabilidad a través de la creación de un fondo de más de 700 millones de euros para ayudar a 350.000 familias en situación de vulnerabilidad social a reducir la tasa de esfuerzo para el pago de la renta del 48 al 30% de sus ingresos, mediante una ayuda pública de 2.000 euros anuales por unidad familiar. Si el impacto de la crisis es mayor, el número de familias con dificultades para el pago del alquiler podría incrementar sustancialmente, lo que obligaría a ampliar estas ayudas.
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