El BCE retrasa la subida de tipos para frenar el deterioro económico y el euríbor se acerca a mínimos históricos
La vuelta a la normalidad monetaria en la eurozona tendrá que esperar. Y es que el Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado en su última reunión que no tocará los tipos de interés hasta el primer semestre de 2020, por lo que se mantendrán al menos un año más en el 0,0%.
Ya en marzo, el guardián del euro decidió retrasar hasta finales de este ejerciciocualquier movimiento al alza del precio del dinero, y tres meses después ha vuelto a posponerlo. ¿La razón? El deterioro económico que se está produciendo en la zona de la moneda común, como consecuencia de incertidumbres globales, como por ejemplo la escalada del proteccionismo y la guerra comercial entre EEUU y China, los riesgos geopolíticos, o las vulnerabilidades de los mercados emergentes. Todo ello, asegura la máxima autoridad monetaria y financiera de la eurozona, está haciendo mella en el sentimiento económico.
Los riesgos que observa el BCE se han trasladado también a sus previsiones macroeconómicas, donde destaca una revisión a la baja del crecimiento económico y la inflación en los próximos años. Para este año, en cambio, sus proyecciones han mejorado mínimamente, y descarta que estemos a las puertas de una recesión. Así han cambiado sus previsiones en los últimos seis meses:
El euríbor reacciona y se acerca a mínimos
En este escenario, el euríbor a 12 meses, que es el indicador de referencia para la mayoría de las hipotecas en España y cuya evolución está directamente relacionada con la de los tipos de interés, ha caído con fuerza durante la sesión, hasta colocarse en el -0,183%. Se trata del nivel más bajo desde mayo de 2018 e incluso se acerca a los mínimos históricos que registró el indicador en el primer trimestre de dicho ejercicio: en febrero y marzo tocó suelo en el -0,191% y, desde entonces inició una tendencia al alza que acabó meses después. Actualmente el euríbor acumula tres cierres mensuales consecutivos de descensos, y todo apunta a que seguirá alejándose cada vez más de terreno positivo.
De hecho, el presidente del BCE, Mario Draghi, ha confesado que varios miembros del Consejo de Gobierno del organismo han abierto el debate sobre la posibilidad de volver a bajar el precio del dinero y reanudar el programa de compra de deuda pública y privada, conocido como QE, que concluyó el pasado diciembre. Recordemos que algunos bancos centrales como el de Australia han bajado tipos recientemente y otros como la Reserva Federal de EEUU (Fed) estudian llevar a cabo un movimiento similar.
Por tanto, todavía no está claro si en la primera mitad del año que viene el guardián del euro realizará la primera subida de los tipos de interés en la eurozona desde 2011, o si volverá a aplazar la decisión o incluso veremos nuevos descensos.
Sea cual sea el desenlace, se trata ante una buena noticia para los hipotecados, ya que de mantenerse la tendencia del euríbor a 12 meses durante las últimas jornadas, el sexto mes del año podría traer rebajas de las cuotas hipotecarias. Para los bancos, sin embargo, el retraso de la subida de los tipos de interés y la caída del euríbor suponen un jarro de agua fría, ya que lastra su capacidad de aplicar más intereses a los préstamos, mejorar márgenes y ganar en rentabilidad.
Prueba de ello es que el sector financiero bajó con fuerza en bolsa en la recta final de la jornada, aunque al cierre las pérdidas se contuvieron. BBVA, que llegó a caer cerca del 2%, terminó el día con un descenso del 0,7%, mientras que Santander bajó un 1%. Caixabank, por su parte, se dejó un 2%; Bankinter, un 2,8%; Sabadell, un 5% y Bankia, un 5,2%. La caída generalizada del sector arrastró a todo el Ibex 35, que terminó el día por debajo la barrera de los 9.200 puntos. Aunque el indicador de referencia de la bolsa española sube en la sesión del viernes, los bancos siguen siendo el farolillo rojo del selectivo.
Llegan la LTRO: pagar a los bancos por prestar dinero
Para compensar el impacto de la congelación de los tipos de interés, el BCE anunció en marzo la puesta en marcha de una nueva LTRO, la tercera desde 2014, y que consiste básicamente en dar una liquidez extra a los bancos. Arrancará en septiembre, se extenderá hasta marzo de 2021 y con ella los bancos pueden obtener financiación por un importe de hasta el 30% del saldo vivo de préstamos que tenían al cierre de febrero (es decir, el 30% del dinero que ha prestado a familias y empresas hasta esa fecha y está pendiente de pago).
Y el organismo ya ha dado algunas pistas de las condiciones en las que se llevarán a cabo las subastas de liquidez una vez por trimestre durante un año y medio. Por ejemplo, ha decidido que el tipo de interés para cada operación sa de 10 puntos básicos por encima del tipo medio aplicado a las operaciones principales de financiación del Eurosistema durante toda la vida de la operación. Y si tenmos en cuenta que el tipo medio es del -0,4%, el interés que se aplicará en estas subastas será del -0,3%. En la práctica, esto significa que el BCE pagará intereses a los bancos que presten dinero a familias y empresas.
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