El 43% de los actuales inquilinos tiene previsto comprar vivienda en los próximos cinco años
Hasta el 60% de estos inquilinos activos en el mercado cree que los alquileres han subido tanto que ya compensa más pagar una hipoteca
16 de enero de 2019.-El porcentaje de inquilinos que se plantea adquirir una vivienda en los próximos cinco años es del 43%, mientras que un 40% no prevé comprar a medio plazo pero no descarta hacerlo en un futuro y sólo un 17% de ellos no tiene previsto comprar vivienda ni a medio ni a largo plazo. Así se desprende del informe “Experiencia en alquiler en 2017-2018” elaborado por el portal inmobiliario Fotocasa.
Una de las principales conclusiones del estudio es que un alto porcentaje de inquilinos mira de reojo el mercado de la compraventa, aunque para el 48% de los españoles que vive en alquiler, la vivienda en propiedad está muy cara. El actual nivel de precios está haciendo que para el 33% de los inquilinos alquilar sea tirar el dinero, cuando en 2017 este porcentaje era del 25%. En este sentido, Madrid (37%) y la Comunidad Valenciana (35%) registran los porcentajes más elevados de inquilinos que secundan esta idea.
Además, cobran fuerza entre estos inquilinos los argumentos en favor de la vivienda como bien: el 51% (el 41% en 2017) creen que la compra es una buena inversión y el 43% (36% en 2017) opinan que una vivienda es la mejor herencia que se puede dejar a los hijos. El grado de acuerdo con estos argumentos ha crecido principalmente entre los jóvenes (18 a 35 años) que son los que, con su abandono del mercado de alquiler, han provocado del descenso de la demanda.
“Este informe pone de manifiesto que, como consecuencia del repunte tan importante que hemos visto en el precio de los alquileres, además de una menor participación de los españoles en el mercado del alquiler, la compra vuelva a ganar terreno en detrimento del alquiler entre los inquilinos. Buena parte de estos se refugian en el mercado de arrendamiento ante su imposibilidad de acceder a la compra de una vivienda”, explica Beatriz Toribio, directora de Estudios de Fotocasa.
Pero el cambio más significativo respecto a 2017 se ha producido en relación con el panorama general del mercado inmobiliario: casi la mitad (49%) cree que estamos próximos a una nueva burbuja inmobiliaria frente al 32% que opinaba esto mismo un año antes. Sólo un 14% de los inquilinos está en desacuerdo con esa afirmación.
La explicación a estos cambios de mentalidad hay que buscarla en los precios, porque hasta el 60% de estos inquilinos activos en el mercado cree que los alquileres han subido tanto que ya compensa más pagar una hipoteca, un porcentaje que asciende hasta el 70% en la Comunidad de Madrid y el 64% en Cataluña.
Las mujeres alquilan más
El de los inquilinos es, según el estudio de Fotocasa, un colectivo formado mayoritariamente por mujeres (65%), personas de clase social media alta (42%), que viven en pareja (33%) y que están entre 25 y 34 años (40%). El panorama general no muestra grandes diferencias respecto al año 2017, salvo en el mayor protagonismo que adquieren las mujeres (6 puntos más que hace un año) y las personas de clase social media alta (un incremento de 4 puntos).
Esa diferencia entre ambos sexos es significativamente más acentuada en el tramo de 18 a 24 años: hasta el 81% (frente al 67% de 2017) de quienes tienen esa edad y han hecho alguna acción como inquilinos son mujeres. En esta misma franja han cobrado también protagonismo las personas de clase media alta (24% en 2017 frente al 35% en 2018). Este crecimiento viene dado por un menor peso entre las clases sociales media, media baja y baja.
Lo que más importa a los inquilinos
Lo que más les importa a los inquilinos que viven en España cuando buscan vivienda es poder permitírsela. Hasta nueve de cada diez (un 91% frente al 87% de 2017) definen como muy importante que el precio esté dentro del presupuesto que se han marcado inicialmente.
Otras características importantes para los inquilinos al buscar un piso es que no necesite reformas que incrementen el coste, que tenga las habitaciones que necesita y que disponga de servicios (ambulatorios, farmacias, supermercados, etc.) en la zona.
Por el contrario, los inquilinos no tienen muy en cuenta en su búsqueda si la vivienda tiene piscina, si hay buenos colegios en la zona o si dispone de trastero o si la urbanización cuenta con zonas comunes. Son características que, por supuesto, cualquiera puede valorar en un inmueble, pero que no resultan imprescindibles ni determinantes.
En conclusión, ante el encarecimiento del precio, los inquilinos valoran más las características funcionales de los pisos que pretenden alquilar y renuncian más fácilmente a las de valor añadido.
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