Moody’s: «El precio de la vivienda moderará su subida en España, igual que el crecimiento económico»
La agencia de calificación crediticia Moody’s apuesta por una contención del precio de la vivienda en España. Así lo manifiesta en su último informe, en el que explica que la ralentización de la subida estará en línea con la del crecimiento económico.
Si el año pasado el precio repuntó un 6,6% de media, el incremento en 2019 rondará el 3%, mientras que en los ejercicios venideros podría estar entre el 2% y el 3%. No obstante, la agencia de rating puntualiza que el alza será superior en las ciudades donde existe mayor demanda residencial. Unas previsiones que coinciden con el consenso.
Según explica Miguel López Patrón, Analista-AVP de Moody’s, esta desaceleración se debe principalmente a que «esperamos un crecimiento económico más moderado«, y puntualiza que «los precios en las regiones más dinámicas, como Madrid o Barcelona, continuarán creciendo a buen ritmo, mientras que el crecimiento en las regiones menos desarrolladas será prácticamente nulo, lo que pone de manifiesto un mercado de la vivienda en España de dos velocidades.»
Más preparado para una crisis… pero con riesgos
Por otro lado, califica de positiva la subida que está registrando el mercado residencial y cree que está más preparado que hace una década para afrontar una hipotética crisis en el futuro.
«Los hipotecados están mejor situados a día de hoy que cuando se produjo el estallido de la burbuja inmobiliaria para hacer frente a dificultades si las condiciones del mercado de la vivienda se deterioran o si los tipos de interés comienzan a subir, gracias principalmente a unos criterios de concesión en los préstamos más estrictos por parte de las entidades financieras. Asimismo, la tasa de esfuerzo para la compra de vivienda ha mejorado, el saldo vivo hipotecario residencial a nivel nacional ha caído, y la proporción de nuevas a hipotecas a tipo de interés fijo ha crecido», agrega la agencia.
Los datos oficiales muestran que las hipotecas fijas suponen cerca del 40% de las nuevas operaciones, lo que significa que está en zona de máximos históricos. Por otro lado, la banca sigue analizando cada operación de financiación y exige la aportación de ahorros para la concesión de hipotecas, aunque con algunas excepciones. Por otro lado, la deuda hipotecaria pendiente de pago sigue reduciéndose (ha bajado unos 130.000 millones de euros desde los máximos de 2010) y la tasa de esfuerzo para comprar una casa sigue por debajo de los niveles del boom.
Sin embargo, Moody’s también sostiene que están apareciendo desequilibrios que califica de «señales de alerta temprana de riesgos que emergen cuando los precios de la vivienda suben». En concreto, señala la subida de la relación préstamo-valor del inmueble (LTV) de las nuevas hipotecas (esto es, lo que representa la financiación respecto al precio), o la caída del ahorro de las familias. Un factor que ha puesto de relieve el Banco de España esta misma semana.
«De profundizarse estos desequilibrios, el impacto crediticio en las nuevas hipotecas que respalden las emisiones de cédulas hipotecarias y de bonos de titulización sería negativo», concluye la agencia de calificación.
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